domingo, 10 de julio de 2011

A mi primer amor lo conocí al nacer, Luz era su nombre. Su poder 
enorme siempre me hizo ver la vida tan lúcida y tan bella. Ella me
enseñó a crecer jugando a contar estrellas cada anochecer.
Creí enmudecer cuando Ilusión tocó mi corazón de adolescente, me
enamoré perdidamente. Era tan bonita, mi flor favorita, mi otra
mitad. Me dijo que los sueños también se hacen realidad.
Perdida en la ciudad vi a Indiferencia andando distraida, cada día,
sin saber que yo existía. Su mirada ausente entre la gente no me 
seducía, demasiado fría. Algo me decía : "¡Desconfía!".
Mientras, Melancolia me quería con locura. Cada noche aparecia en mi
cama medio desnuda y me abrazaba. Urgaba entre mis cicatrices, yo 
sollozaba. Su piel no otorgaba días felices y la abandoné. Olvidé su 
hechizo y su regazo, porque pronto conocí a Pasión, fue como un 
flechazo. Unidos cada madrugada, mi amada, siempre haciéndome el amor
entre hojas de papel mojadas.

Ellas, bálsamo para tu herida.
La vida tiritando en una estrella.
Luciérnagas que tiemblan en tu pecho.
Los besos de un naufragio.
Andamio que restaura los recuerdos.
El sueño en el que sueñan los cautivos.

Conocí a Constancia al poco tiempo, me atrajo su fragancia y desde 
aquel momento la fui conociendo. Su autoestima y disciplina me 
dijeron: "No abandones, tendrás un sitio en la cima con los mejores."
Pero sufrí mal de amores cuando Envidia me miró al pasar. Otra 
vampiresa que besa y que te hace sangrar. Al hablar mentía, quería 
matar mi fe. Puso veneno en la lengua de aquellos que me crucé. Fue 
por eso que lloré junto a Nostalgia cada tarde, sintiéndome un 
cobarde si venia a acariciarme.
Hasta que un día Soledad llamó a mi puerta y me paralizó, me abrazó
rompiendo mi armazón. Y yo, ví pasar los meses, no quería ver a 
nadie. Hasta que encontré a Esperanza esperándome en la calle. Ella 
me habló de un futuro y de luchar por él, me dijo: "Libertad te 
espera, ella siempre te será fiel".

Ellas, bálsamo para tu herida.
La vida tiritando en una estrella.
Luciérnagas que tiemblan en tu pecho.
Los besos de un naufragio.
Andamio que restaura los recuerdos.
El sueño en el que sueñan los cautivos.
Como viejas amantes, regresan del olvido.
Has dormido ya en sus brazos, pero todo es nuevo.
El hecho de vivir deja secuelas, ellas.
Y como un licor suave te envuelven.
Siempre es tarde cuando ya se han ido.
Vencer del renacido en desastre, buscaste su luz entre escombros, 
todo irá bien y aunque duela, toma su mano y vuela con ellas.

Ellas. Dejaron su huella en mi, el amor y el abandono, sensaciones 
que viví. Despertando así encantos, abriendo pasiones y heridas.
Ellas. Amantes de un instante o de una vida.
Ellas. Estrellas y espinas. Bellas damas que te aman o te asesinan. 
Las encontré entre las esquinas, brillaban como diamantes.
Ellas. Amantes de una vida o de un instante. 

Como viejas amantes, regresan del olvido.
Has dormido ya en sus brazos, pero todo es nuevo.
El hecho de vivir deja secuelas.
Ellas...

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